México rechazó este viernes cualquier intento de usar amenazas para influir en decisiones de inversión de empresas en el país, un día después de que el republicano
Donald Trump dijo que la japonesa Toyota pagaría altos aranceles por producir autos en México para consumidores en Estados Unidos.
"Las inversiones que se hacen en México, Estados Unidos y Canadá benefician a los tres países, en virtud de la integración de nuestras cadenas productivas", añadió.
Los comentarios de Trump del jueves son la última andanada contra las automotrices que fabrican sus vehículos en México y la primera contra una firma extranjera.
Los ataques sobre inversiones de compañías en México han planteado una sombra sobre las redes de producción transfronterizas, claves para más de 583,000 millones de dólares al año en comercio entre los dos países.
Toyota, que anunció su plan de construir la instalación en abril de 2015, dijo el jueves que la planta en Guanajuato no recortará empleos en Estados Unidos.
El presidente de Toyota, Akio Toyoda, dijo que la firma no tiene planes inmediatos para reducir su producción en México y prefieren esperar a que Trump asuma la presidencia el 20 de enero antes de decidir si tienen que hacer algún cambio.
El peso mexicano ha sido golpeado por temores en torno a las políticas de Trump y el banco central de México ha salido a vender dólares para apuntalar a la moneda.
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